El investigador de Harvard David Edwards ha inventado una nueva forma de consumir chocolate: Inhalándolo.
Para tal efecto, Edwards creó un curioso dispositivo llamado Le Whif, que es un inhalador que se coloca en los labios y cuando el individuo succiona, éste libera en el interior de la boca una nube de polvo de cocoa. Debido al tamaño de las partículas (mayores a 10 micrones), no hay peligro de que el polvo llegue a los pulmones y nos haga toser, además de que el polvo de chocolate sale a través de orificios que se dirigen a los costados y a la lengua, no hacia la garganta.
De esta manera, tendremos un intenso sabor a chocolate con muy pocas calorías. Cada “dosis” es de 50 miligramos de chocolate, que equivale a sólo 1 caloría y cada tubo de Le Whif sirve para 4 inhalaciones.
Así, los chocolatófilos podremos saciar nuestras ansias de saborear el chocolate sin el problema del incremento de peso, y el dispositivo es fácil de llevar a todas partes, ya que su forma y tamaño son semejantes a los de un lápiz labial, lo que nos permitirá usarlo justo en el momento en que el ansia por un poco de chocolate nos ataque.
Muy bueno (y)!!
Saludos
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